DESARROLLO DEL PROYECTO

Unos padres me proponen crear un hormiguero. La idea es estupenda. Comenzamos a investigar, ellos y yo, y empiezan los problemas. Hacerlo nosotros es muy difícil porque es necesaria una hormiga reina, ya que sin reina se matan unas a otras; comprarlo también es complicado porque las hormigas hay que comprarlas por internet y son muy caras. A estos padres se les ocurre una idea genial, ponernos en contacto con el programa de TV del Hormiguero para ver si nos pueden ayudar. La carta debían hacerla los niños. Primero les cuento la idea, luego les explico qué es una carta y cómo se hace y entre todos la escribimos y la mandamos por e-mail. Pero... toda nuestra ilusión se convirtió en tristeza al ver que pasaban los días y no obteníamos respuesta. Así que, finalmente desechamos la idea de tener un hormiguero de verdad y nos centramos en mantener vivas nuestras tres hormigas, hasta que al final murieron (esto los chicos no lo saben) y hacer un mural de un hormiguero.
La información que cada niño traía la presentaba al resto y la explicaba. Así, cada día, fuimos descubriendo un montón de cosas: viven en colonias, los diferentes tipos de hormigas y la función que cada una tiene dentro del grupo, las partes, su ciclo de vida, que trabajan en equipo, sus enemigos, cómo se organizan, qué comen, cómo es el hormiguero,...
En francés investigaron y dieron respuesta a la pregunta ¿qué comen?
En el hall del colegio pusimos un cartel para dar a conocer que estábamos investigando las hormigas y si alguien sabía algo sobre este tema, nos lo hiciera llegar (Pilar la directora nos trajo de su casa un libro con un montón de información y además nos lo regaló).
De cada cosa que descubríamos, yo preparaba una ficha para luego juntarlas todas y cada uno tener nuestro libro de las hormigas(dossier que os animo a que, de vez en cuando, se lo dejéis porque les suele gustar verlo y recordarlo.
Paralelamente a todo lo anterior, fuimos construyendo el mural: primero sólo sabían lo que había encima del hormiguero, así que construimos esa parte, pusimos hierba, árboles, cielo, sol, nubes, flores,...(todo aquello que ellos decían que había). Posteriormente , al igual que las hormigas, trabajamos en equipo: a cada equipo repartí fotos y libros dónde aparecían hormigueros por dentro... investigaban y luego contaban al resto lo que habían descubierto y en función de ello se iba creando el mural, cuyo resultado final ya conocéis.
También trabajamos la fábula de la Cigarra y la hormiga, con la que aprendimos el valor del trabajo y que hay que esforzarse para conseguir las cosas, reflexionamos qué queríamos ser en la vida cigarra u hormiga, también nos sirvió para recordar las cosas que habíamos aprendido del otoño...